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Cualquier momento del año es propicio para emprender cambios. Sin embargo, el comienzo de un nuevo ciclo es todavía más significativo para potenciar esa agradable sensación de renovación emocional que produce estrenar una nueva página en el calendario.

Todos los seres humanos, en mayor o menor medida, tenemos nuestras propias resistencias internas frente al cambio. Experimentamos un apego que resulta muy agradable en muchos momentos ante el latir propio de una zona de confort en la que nos sentimos arropados.

Sin embargo, también es cierto que aquello que está más allá de esa zona de confort es una motivación muy importante cuando observas aquello que puedes ganar a partir de este cambio; ya sea en el plano personal o profesional. ¿Cómo vencer la resistencia al cambio? En Crearte, escuela de coaching, te lo contamos.

1. Concreta cuál es el cambio que quieres interiorizar

El cambio es un concepto muy general y tienes que concretarlo en la realidad de tu vida desde lo particular. Fomentas tu empoderamiento cuando descubres, en concreto, qué quieres hacer y por qué.

2. Haz inventario de recursos

Puedes poner a prueba tu propia resistencia al cambio al desarrollar nuevos recursos personales para gestionar ese estrés positivo que experimentas en este proceso de adaptación.

Un proceso de coaching puede ser un recurso de apoyo muy importante para definir un plan de acción y elevar el nivel de motivación interna. Elabora una lista a modo de inventario con aquellos ingredientes en los que puedes apoyarte para que este proceso de transición al cambio sea más sencillo.

3. Actitud proactiva frente al cambio

Muchos cambios nos vienen impuestos de forma externa, sin embargo, la evolución también puede nacer de la propia disposición para generar nuevas oportunidades de desarrollo en tu vida.

Y estas oportunidades, en muchos casos, dependen de tu propia capacidad para crear nuevos elementos en tu mapa del mundo. Por tanto, comienza el nuevo año con la clara convicción de que quieres que el 2018 sea ese gran momento en tu vida en el que estés más cerca de tu mejor versión en términos de desarrollo personal.

4. Observa el cambio en los demás

El cambio puede producir cierto vértigo. Sin embargo, para observarlo con más distancia puedes reflexionar, por un momento, sobre cómo el cambio también está presente en la vida de las personas que son importantes para ti. El cambio es un elemento natural y enriquecedor. De hecho, muchos de esos cambios nos ayudan a ser mejores personas. ¡Ten paciencia y aprende a fluir con la vida y con tu propia evolución interior!

5. Piensa en la muerte

Cuando nos negamos a afrontar cambios en nuestra vida, incluso deseándolos, quedamos anestesiados en un estado de apatía que no nos ofrece seguridad. A veces, vivimos con la sensación de que siempre habrá más tiempo y mejores oportunidades para emprender esos cambios.

No se trata de vivir pensando en la muerte constantemente, sin embargo, tampoco conviene darle la espalda. La muerte, en oposición a la vida, es la ausencia de todo cambio. ¿Cómo te gustaría recordar tu vida cuando estés en la recta final de tu historia? Entonces, ponte en movimiento para gestionar esos cambios.

6. Inspiración para el cambio

La película “La La Land: La ciudad de las estrellas” ha vuelto a cobrar protagonismo gracias a la actuación de dos de los concursantes de la nueva edición de Operación Triunfo, Amaia y Alfred. Una película que conquistó el cine durante el pasado invierno y que dejó huella emocional en los espectadores por aspectos que tienen mucho que ver con esa superación de la resistencia al cambio.

Esta película protagonizada por Emma Stone y Ryan Gosling nos habla de esos grandes sueños profesionales para los que es necesario luchar y arriesgar. El cambio, puede producir temor. Sin embargo, en ese caso, tenemos que intentar mirar más allá de ese muro para conectar con la ilusión que se esconde al otro lado.

El otoño y el invierno son dos estaciones en las que el plan de ver una peli resulta especialmente apetecible. Si estás en un momento en el que quieres superar tu resistencia al cambio, entonces, esta sesión de cine puede inspirarte más de lo que imaginas.

7. Despide el año con un viaje

El viaje, en sí mismo, es una metáfora del cambio. Si tienes la posibilidad de hacer alguna escapada, alguna excursión durante las fiestas de fin de año, entonces, intenta vivir este momento como un tiempo de regalo para ti. Un tiempo en el que te abres a la novedad de un nuevo destino.

Siente cómo cada detalle de ese lugar amplía tu mapa mental. Y, además, al volver a casa con esa agradable sensación de vacaciones (a veces, los viajes más breves son los mejores), observas los retos del nuevo año con una perspectiva de ilusión.

8. Hasta dónde estás dispuesto a implicarte

Nadie dijo que el proceso vaya a ser sencillo. Por esta razón, reflexiona sobre hasta dónde estás dispuesto a implicarte en un contexto real en el que tendrás dificultades, límites e imprevistos. Tu nivel de implicación está directamente relacionado con tu fuerza para sobreponerte al cambio.

En un porcentaje de 0 a 10, ¿cuál es tu nivel de implicación con esa meta? Intenta ser sincero contigo mismo en la respuesta. Si tu nivel de implicación no es de 9, entonces, ¿qué puedes hacer para aumentar tu motivación interna?

Si tu nivel de compromiso con una meta es muy bajo, entonces, este es un síntoma de que ese objetivo no es importante para ti. Para alimentar tus propósitos, tienes que elevar tu voluntad, y no solo recrearte mentalmente en tus metas. Por tanto, elige muy bien ese cambio que quieres emprender. Y, después, define ese proceso que a modo de plan de acción vas a recorrer.

Vivimos en un entorno que de por sí es cambiante, y la idea de sumar más cambios a nuestra vida puede producirnos cierta sensación de incertidumbre.

9. El cambio depende de ti

¿Pero acaso la incertidumbre no es también inherente a la realidad de la vida? Todavía quedan algunas semanas para iniciar el 2018. Sin embargo, ese momento es lo suficientemente significativo como para prepararte mentalmente para aquel cambio deseado por ti y que depende de ti.

Foto – Pixabay

 

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