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Incluso los coaches más vocacionales pueden experimentar caídas en su nivel de motivación en distintas etapas de su carrera. Sin embargo, como profesionales, debemos tomar el reto de la motivación como una aventura intrínseca y no quedar únicamente a la espera de recibir estímulos externos gratificantes.

Evidentemente, son muchos los factores externos que son valiosos para un coach. Por ejemplo, observar cómo un cliente alcanza sus logros, es una satisfacción profesional importante que surge del valor de la alegría compartida.

En Crearte, escuela de coaching te damos ideas para mantener muy vivo tu interés por el trabajo:

1. Practicar yoga es una medida práctica para poner cuerpo y mente en armonía a través de ejercicios que favorecen la relajación, estimulan la concentración, fomentan la introspección y mejoran las habilidades sociales. Un coach dedica gran parte de su jornada diaria a escuchar las historias de sus clientes. A través del yoga, puede reconectar con la interioridad.

2. La formación continua es una buena filosofía profesional para aquellos coaches que actualizan sus conocimientos de forma constante a través de la lectura de libros, consulta de revistas especializadas, asistencia a congresos, participación en eventos de networking, asistencia a talleres de speed mentoring y conferencias. Por muy completo que sea tu currículum, siempre puedes seguir aprendiendo. Tu pasión aumenta cuando te emocionas con los nuevos descubrimientos.

3. Desconecta de tu trabajo. Esto te ayudará a ser realmente eficiente. Establece un horario de consulta del correo electrónico pero evita estar cada hora mirando las novedades. Organiza planes de ocio, practica tus aficiones, desarrolla el contacto con la naturaleza, descansa y desconecta. Evita adoptar el rol de coach en todos los ámbitos de tu vida. Tu identidad no se funde únicamente con tu labor profesional. Como ser humano, tienes mucho más que ofrecer al mundo.

4. Anota tus objetivos profesionales por escrito. Escribe a mano estos mensajes. De este modo, también aumenta tu nivel de compromiso. Crea un espacio de imágenes inspiradoras. Por ejemplo, recorta las fotografías de revistas que inspiran en ti sentimientos agradables como la paz, la serenidad, la calma, la ilusión y la alegría.

5. Aunque te guste mucho tu despacho, también es aconsejable que cambies de entorno para realizar algunas tareas distintas. Por ejemplo, acude a la biblioteca para leer las revistas y subraya las partes del texto más destacadas.

6. Participa como voluntario en una organización. Si tienes la posibilidad, practica en algún momento del año el altruismo de colaborar con una organización, al menos, una vez al año. El voluntariado eleva de forma notable el sueldo emocional.

7. Visualízate a ti mismo llegando a ser la mejor versión de ti mismo. Creciendo y evolucionando cada año de un modo gradual. Recréate con más frecuencia en aquellas escenas de tu carrera de las que te sientes satisfecho y feliz por haber sido protagonista de esos momentos.

8. Abraza a tu niño interior. No confundas ser coach con la autosuficiencia de la perfección. Regala cariño, amor y respeto a ese niño que está en tu corazón.

9. Existen hobbies que aunque no se contextualicen directamente en el plano del coaching, de un modo indirecto, te permiten conocer todavía más al ser humano. Por ello, un taller de cine, un curso de literatura, el mindfulness, un taller sobre el eneagrama, la filosofía, el teatro y la música son actividades que conectan con lo mejor del ser humano. Por ejemplo, a través de las películas que veas en un ciclo de cine fórum puedes observar y comprender la historia de distinos personajes, comprender sus motivaciones, entender sus actitudes y visualizar su evolución a lo largo de la trama.

10. Fomenta el compañerismo con tus colegas de profesión. De hecho, hoy en día también puedes establecer lazos a través de herramientas online tan útiles como Linkedin.

Existen momentos en los que podemos sentir que nuestra motivación cae. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones está, simplemente, adormecida. En verano, una medida práctica para incrementar la motivación es bajar el ritmo, reducir la agenda y alimentar la vida personal con horarios distintos a los habituales. Las noches infinitas de julio y agosto, las sensaciones de los veranos de la niñez, el olor a mar, el firmamento como un espejo de tu alma y las siestas de verano son un placer que te nutre.

 

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